Lotes de 200 y 1000 metros se vendían entre 1000 y 24 mil dólares. 700 afectados en tres invasiones. Los habitantes de tres invasiones ubicadas en el sur de Quito (Estación Santa Catalina) fueron desalojados ayer por la Policía Nacional, en un operativo coordinado con la Intendencia y Fiscalía de Pichincha. Las tierras invadidas pertenecen al Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap). Durante el desalojo el drama social estuvo presente. El operativo arrancó a las 10:30, con la presencia de 2 jefes de la policía, 10 oficiales y 170 uniformados (caballería, GOE y personal del Distrito Sur). Los gendarmes cumplieron con una orden de desalojo dispuesta por la Subsecretaria de Tierras y la providencia emitida por la Intendencia de Pichincha, informó Manuel Cueva, comandante de la Zona Quitumbe.
La Policía en ocho camionetas avanzó por las calles de piedra y tierra del sector Los Pinos (Guamaní), en tanto que la policía montada realizó un recorrido por la zona que sería desalojada. Los uniformados llevaban pistolas, chalecos antibalas y gas lacrimógeno, mientras los moradores, ante la orden de desalojo trataban de ordenar colchones, cocinas y platos en la calle, junto a fundas de ropa y costales con perros, gatos y gallinas.
Según la Intendenta, Guadalupe Quispe, el área invadida superaría las 35 hectáreas y abarcaría a cerca de 700 personas que compraron lotes de entre 200 y 1000 metros cuadrados a traficantes de tierra; por valores que van de 1000 a 24 mil dólares. Mientras la Policía, Intendencia y Fiscalía realizaban las diligencias, los vecinos ayudaban a sacar las cosas de los afectados. Entre ellos Edisón Paguay, quien llegó a Quito oriundo del Guayas, para comprar 3000 metros de terreno. El mismo que lo habría adquirido por 24 mil dólares a dos vendedores Vicente Ortíz y Luis Herrera; quienes aseguraron que las tierras eran de su propiedad e incluso le entregaron documentos, que hasta ayer el creía eran originales. Hasta ayer los desalojados no tenían a donde ir, aseguraron que nunca fueron notificados y que no recibieron un albergue hasta conseguir un lugar donde habitar.
Seguridad para los pobladores
Mientras las personas embarcaban sus papeletas en camionetas y otros no sabían a donde ir, la Policía encontró un pequeño cuarto con un letrero de ‘oficina’. Al abrir el lugar se encontró un aviso de venta de terrenos. Se solicitaba una carpeta con 2 copias de cédulas, papeleta de votación, una factura de agua o luz y una foto tamaño carné. En el suelo, cuatro cartones con los documentos y algunas letras de compra-venta. Pesé al patrullaje de la Policía y pobladores no se encontró a ninguno de los vendedores, sin embargo los perjudicados anunciaron que la venta y la cancelación de las letras se realizaba los domingos. Todas las pruebas fueron recogidas por el Fiscal de Pichincha, Pablo Santos. Pesé a los casos de drama y desesperación que vivieron los desalojados, los presidentes de los barrios aledaños y vecinos se dieron cita en el lugar par a evitar que ladrones o saqueadores se apoderen de las pertenencias que se encontraban en la calle. Manuel Padilla, presidente de San Isidro de Guamaní, aseguró que en reiteradas ocasiones informaron a los compradores que los terrenos eran del Iniap y no de ciertas personas como dueños de los terrenos. JCH.
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