martes, 13 de marzo de 2012

"No es no"


Marcha de las putas en Quito 


La chispa se encendió en el Canadá luego de que un oficial de la Policía de Toronto dijera en enero del año pasado, en medio de una conferencia sobre seguridad, que "las mujeres deben evitar vestirse como "putas" para no ser víctimas de la violencia sexual".

De nada sirvieron las posteriores disculpas del uniformado. El 3 de abril de 2011, más de 3 000 personas, mujeres en su mayoría, marcharon por las calles de la capital canadiense indignadas por estas declaraciones que las hacían ver como las culpables de los casos de abuso sexual y violación.

Lo que se inició como un acto de protesta se convirtió luego en un fenómeno planetario denominando "Marcha de las Putas", cuyo objetivo, bajo el lema: "No es no", es la reivindicación de la mujer frente a los estereotipos que se le asignan por su forma de vestirse, maquillarse y hasta caminar. 

Londres, Sídney, Nueva York, México, Bogotá, Lima y otras ciudades han acogido ya en sus calles este movimiento que denuncia la existencia de una cultura en la que se culpa a la víctima más que al violador o al abusador, y fue el turno de Quito.

La Marcha de las Putas protesto contra la violencia, sea esta psicológica, física o emocional que afecta a la mujer. 

Aunque en su mayoría no comparten el oficio de la prostitución, las participantes de las movilizaciones decidieron utilizar el término "putas" dada la carga de violencia que su uso genera. Puesto que una mujer puede ser llamada de este modo para ser denigrada, la finalidad es reapropiarse de esta palabra. 

Según cifras del proyecto Cartas de Mujeres, auspiciado por la ONU Mujeres y el Municipio de Quito, el 6% de las mujeres del Distrito reportó haber sufrido acoso o abuso sexual al menos una vez en su vida. Asimismo, las estadísticas del proyecto dan cuenta de que el 50% de los hombres en Quito admite haber tocado obscenamente a una mujer.
Mientras, cifras de la campaña Reacciona Ecuador el Machismo es Violencia revelan que ocho de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia física o psicológica alguna vez en su vida.